Una aguja para Ana



I



Mira bien, escucha:

Callar es besar

pétalos y vidrios rotos

de las batallas perdidas.



Para entender al viento

(ausente padre),

extiende bien los brazos.

Hace tanto calor, temblará.



Para ascender debes cavar primero

Despertado habiendo antes instantes.

Haber dormido, perentorio; y soñado durante.

Parásito de la marea, lluvia (agua) , roja.



Y en el nido de agujas,

vidrios y pétalos secos,

la promesa impaga frágil:

Ampollas, que son huevos del fuego .



Calor, rasgar, caer: nacer.

Entonces llorar;

vaciarse al abandono, llenarse de.



¿Te persignas?

Primero debes crucificarte.

Subir con las muñecas y los pies enganchados

a los ganchos de la estaca con tus nombres,

con el ademán de un abrazo que no cierra

y asfixiarte

(Elí, Elí…).

Y hacer como si a la izquierda hubiera otro

y hacer como si a la derecha hubiera otro,

y predicar: “Pocos sufren tanto por los todos”.

Hacer abstracciones sobre la muerte y blablabla .



Y uno y dos, y undostrescua :

Arriba, abajo,

Izquierda, derecha

Besar el pulgar

Y olvidar.



II



Toda nuestra pretensión

Es un deliberado quizás.

Accidentes en las veredas

y en los vientres por nacer.



Sólo sentencian los condenados.

El resto,tarjado, opinamos:

“¡Qué bello es vivir!”,

pero sólo lo intuyen los agónicos.

Y los muertos tanto supieron y no hablan.



Y nos crucificamos:

INRI en la solapa.

Skotch en pies y en manos.



En la boca el mal sabor a boca

que habla de sanar no estando enferma.

Que cura todo excepto el tiempo.



Nos cierran los párpados maquillados y blablabla .



III



Tomar un punto y seguirlo (síguelo).

Quizás es cierto que los ejes se cruzan

En el origen de la sombra,

en donde el mar de palabras

es salado .



Potencias, actos en vacío.

Etcéteras, civilizaciones de etcéteras .



IV



Respirando sangre, destiñéndola,

en las naves de la capilla vacía.

Recorre el óxido las vísceras del cristo.



V



Su terapia: Mil agujas y un chiste corto.





Enrique Sandoval

Chile





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Fuente imagen: Lejaren a Hiller-Ambroise Paré. 1938

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