Me complace presentar la primera obra de ARTURO CIUDAD, como un poeta emergente talentoso y sensitivo.

Emergente porque ha osado salir a la superficie del mar de similares que tratan de levantar su voz saltando los muros de la indiferencia y la incredulidad del ambiente cultural, con sus creaciones sin conseguirlo. No así, Leonardo que, con sacrificio pecuniario, ha logrado financiar su primer libro de poemas “Mares que no se olvidan”.

El tema: El amor sin solución a través de poemas bien elaborados con un penoso y desilusionante final: “A ti, lejanía extraña”… Página 65

Poeta de verso libre que desgranando imágenes y escenas de enamorado, va estimulando los sentidos hacia un amor que se escapa, desdeñoso, de los fuegos de la pasión. Muestra el amor juvenil con una mirada dolorosamente crítica, en los que se mezclan los celos, la renuncia y la esperanza.

A través de sus poemas, nos transporta a la irrealidad en algunas de sus espléndidas metáforas que he elegido al azar. para las lágrimas: “ Es la lluvia acaso: /la ramificación de los sueños polares…” (página 11); “Mil noches sobre un árbol te soñé/ Parecías sacada de un cuento / de un rey inglés,… “ (página 53); “… como el cóndor besa los cielos.” (Página 55); “Sólo un segundo me separa del todo…” (página 58).

No dudo que el tiempo, la experiencia y la aplicación de nuevas técnicas, lo llevará a las alturas del reconocimiento porque porta en su mochila una abundante creatividad, que sólo necesita ser regada con el aprecio y la visión de los entes relacionados con la cultura.

MARTA IVONIA GARCÍA
Escritora y Editora
Enero 2009

Marzo/Abril 2009 · CULTURALIA · Pág. 25